El enemigo soy yo.

Hoy en el gimnasio me he dado cuenta de algo, bueno más bien de dos, el sentido de los espejos en el gimnasio y que no hay peor enemigo que uno mismo.

Siempre que me mandan un ejercicio antes de ni siquiera empezar ya voy agotado, no lo he realizado, ni siquiera he empezado y ya me he cansado. Esta vez, me toca hacer un minuto (un puto minuto de mierda) en la máquina de esquiar, llego a la maquina la miro de reojo y ya suelto un puff. Cogo el mando derecho, el izquierdo tiro un poco de ellos para colocarme bien en la cuadricula metálica del suelo, voy colocando los pies detrás de la raya haciendo pequeños movimientos hacia delante y atrás mientras sintiendo como raspa el suelo metálico con mi zapatilla (como me gusta), hasta que coloco los pies hacia atrás hasta que choca con la protección de goma espuma, y entonces empezamos con el ejercicio, flexionando las rodillas y tirando de los mandos hace abajo y a empezar a “esquiar”, subiendo los brazos y bajándolos al mismo tiempo que flexiono las rodillas y volver a repetir.

En ese momento es cuando me quedo fijamente mirando el paso inexorable del tiempo y por cada segundo una brazada más, voy escuchando en mi cabeza el tic tac del reloj como si fuera un reloj de péndulo, en una pared colgado (y es un reloj digital, que malamente estás hijo mío) y en cada oscilación de péndulo tic, más me agoto tac, más me canso tic, y en este momento ya me quiero bajar de la vida tac. Pero hoy me he dicho y porque miro el reloj vamos a mirar a otro lado a centrarme en otra cosa y hay es cuando me he encontrado devolviéndome la vista en el espejo y pensé normal que no mires, que feo eres coño, pero me voy desafiando a mí mismo mirándome a los ojos y me doy cuenta de algo, 1 estas mu gordo y 2 no voy haciendo bien el movimiento y voy cambiando el movimiento, hasta que consigo hacerlo de la manera correcta, vuelvo a mirar al reloj y ya ha pasado un minuto y pienso coño si no estoy tan cansado, pues vamos hacer dos y al final llego a los dos. Paro me siento mirando la maquina pensando, coño si no estoy tan cansado, como si eres el mismo gordo que ayer, haciendo un minuto acabaste muerto entonces fue cuando me di cuenta, al desviar la mirada viéndome de nuevo en el espejo, que no hay mejor enemigo que uno mismo.

Ya han pasado dos días, desde que escribí la primera parte, quería comprobar que tal cierto era mi afirmación y así ha sido, al día siguiente hice 2 minutos en 4 series y hoy he realizado 3 series de 3 minutos y 1 de 4 minutos, y mañana hacer 4 series de 4 minutos. En definitiva, echamos la culpa a la vida a la gente a todo el mundo porque no podemos hacer las cosas y resulta que la única persona que te lo impide eres tú mismo, que irónica es la vida todo el rato echando valones fuera y resulta que somos los que los causamos los males. Siguiendo este principio he cambiado también algunas cosas con la comida como NO comer por la tarde solo en la cena a las 22:00 en punto no beber mierdas ni bebidas energéticas o edulcoradas, si hay sed agua coño que es muy sana y quita la sed, que quieres sabores pues un tecito listo.

En serio como coño no me he dado cuenta antes que soy yo mismo el único que se pone muros en la vida, pero sabes ahora vengo con un martillo y todas abajo, costará pero caerán eso lo aseguro.

Nota llegue al final a los 20 minutos, esta claro que mi peor enemigo soy yo

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